jueves, 20 de mayo de 2021

Calendario de la Prueba de Acceso y Admisión a la Universidad (Año 2021)

 


El presente calendario es una versión del que la Universidad de Sevilla proporciona a los institutos y publica además en su página web. Nuestra ilustración no es (ni pretende ser) un documento oficial, bien que garantizamos la veracidad de los datos que en él aparecen.

 Las fechas escogidas son las siguientes:

       Para la convocatoria ordinaria, el martes, el miércoles y el jueves de la tercera semana de junio (días 15, 16 y 17).  Esta es la ubicación tradicional de esta prueba y así estaba prevista para el pasado curso, aunque la pandemia y el confinamiento motivaron su traslado a julio.

       Para la convocatoria extraordinaria se adelanta a septiembre a julio, escogiéndose el martes, el miércoles y el jueves de la segunda semana (días 13, 14 y 15).

El horario de exámenes no experimenta ningún cambio respecto a la distribución del año 2019, algo sorprendente tras encadenar años de reajustes y de eliminación de asignaturas.

Parece haber asentado la distribución del primer día que el año pasado se introdujo, disposición que habían mantenido tradicionalmente: Historia en la segunda franja horaria y Lengua Extranjera en la tercera.

Este cambio venía siendo solicitado por los profesores de las materias implicadas y beneficia tanto a los alumnos (que se examinan a última de materias de un examen más liviano que el de historia), como a los profesores vigilantes (que no tendrán que soportar aulas repletas de escolares hasta el último minuto) y al personal administrativo (que agilizará su trabajo de etiquetado porque los alumnos irán entregando las pruebas con más prestezas).

Para la cabal compresión de este calendario / horario se hacen precisas tres advertencias:

       Se recuerda que el llamamiento de alumnos a los distintos exámenes será a la hora señalada como «de citación y distribución», (30 minutos antes del comienzo de la prueba). El llamamiento para el primer examen será a las a las 8:00 h. Por tanto el tiempo de descanso fijado en principio para 60 minutos, en la práctica no debe extenderse más allá de la media hora.

       Las franjas horarias de citación son en defecto de que la universidad no fije otras que en razón de las sedes de que se traten, considere más oportunas; así mismo sí la última franja horaria del tercer día para incompatibilidades, quedase libre, el descanso entre la primera y segunda franja horaria será de 45 minutos.

     El horario de las materias del tercer día por la tarde se reserva exclusivamente para los alumnos que tiene más de un examen el mismo día y a la misma hora (en el 2º o 3º día por la mañana), debiendo realizar en dicho horario y en primer lugar la prueba que aparece antes en el respectivo cuadro y realizará el examen de la otra materia en el tercer día por la tarde en el horario que se indicará oportunamente.

A partir de nuestra experiencia sobre las pruebas de la coincidencia horaria, podemos afirmar que cada Tribunal las organiza con amplia libertad, evidentemente con mirar al beneficio del heterogéneo alumnado que se presenta a ellas. En algunas sedes se establecen dos tramos de pruebas, bien que reduciendo el tiempo de descanso, y en otras se prefiere agrupar a todos los escolares que se presentan en el primer turno. De una o de otra forma no creo que tenga que recurrirse a ese fantasmal tercer tramo que ese extiende entre las ocho y media y las diez de la noche.

 Naturalmente, sea cual sea el horario escogido, éste es comunicado al alumno con la suficiente antelación.

Concluimos con la expresión de nuestra disconformidad con el cambio de la evaluación extraordinaria a julio, alteración vinculada a la decisión de adelantar la prueba de recuperación de segundo de bachiller de los primeros días de septiembre a la tercera semana de junio.

Ambos anticipos son un paso más, probablemente el último y el definitivo, en conducir a la prueba extraordinaria a mero trámite administrativo, a la completa irrelevancia. Hemos conocido a alumnos que, con todo el verano por delante, han podido superar hasta cuatro asignaturas suspensas. Alguno incluso se presentó a la selectividad de septiembre, la superó y pudo entrar en el ciclo formativo que deseaba.

Obviamente, esto ya no será posible. Con un intervalo de un mes entre unas pruebas y otras, las oportunidades de recuperación prácticamente desaparecen y el profesor que decida que el alumno no merece el aprobado a finales de mayo, debe reflexionar sobre su veredicto, pues lo está condenando a repetir.

Por las mismas razones, los alumnos que se presentaban a la prueba extraordinaria para intentar mejorar las calificaciones de la ordinaria pues tendrán que esperar al curso que viene. Verdad es que este caso se ha ido volviendo cada vez más raro, pues, en pocos años, todas las carreras han ido completado su alumnado en la primera convocatoria.

Como hemos señalado, este desprecio hacia el alumno que busca las segundas oportunidades no es nuevo, sino que forma parte de un continuo de medidas para minusvalorar las pruebas a las que estos se presentan. Nosotros las hemos conocidos bien surtidas de alumnos y las hemos visto menguar año tras año. De esta forma nuestro Centro pasó de la quincena de escolares que se presentaban a convocatorias con uno o con dos alumnos. El puesto de profesor acompañante que hemos desempeñado (las pruebas de septiembre se realizan en la capital de la provincia) desapareció ya hace varios años.

Las universidades deseaban completar su cupo de alumnos antes del cierre estival del 31 de julio y han acabado por lograrlo. Nos queda por saber si ahora repartirán su oferta entre las dos convocatorias o se limitarán a acoger a los alumnos de la ordinaria.

Quedan, con todo, varios flecos por resolver:

-     En primer lugar, la coincidencia de celebrar en las mismas fechas los exámenes de selectividad (la ordinaria) y las pruebas extraordinarias de segundo de bachillerato. Nuestro Centro es sede de tribunal y no sabemos cómo va a salir de ese atolladero, pues los cursos de ESO siguen ocupando sus aulas en esa semana y, por si fuera poco, la pandemia exige un número limitado de alumnos por clase.

- Ya  hemos señalado que el puesto de profesor acompañante de los alumnos que se examinan en la capital ha ido desapareciendo. Si alguno queda, renunciará a este puesto pues la prueba se celebra ahora en medio de sus merecidas vacaciones.

-     - Andalucía es de las últimas comunidades en resistirse a estas premuras. En las que ya se ha dado el paso, los alumnos lamentan los calores extremos de la canícula, la dificultad de encontrar alojamiento en la capital si desean pernoctar, la pésima organización de las sedes en las que apenas queda personal administrativo y en la que nadie sabe dónde quedan las aulas de las pruebas o cómo funciona el aire acondicionado.

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