domingo, 29 de mayo de 2016

Comentario de documentos del tema «Características Políticas, Económicas y Sociales del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones»



Ramón Bayeú: La Cocina (1780 c.)

COMENTARIO DE DOCUMENTOS DEL TEMA «CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES»

Los documentos que aquí se comentan son un fragmento de las Memorias de Eugenio Larruga y una litografía del Motín de Esquilache. Aparecieron ambos en la Opción «A» de la propuesta número 6 del juego de propuestas de exámenes del curso 2014 – 2015.


Documento 1: 

En Madrid se halla una multitud de nobles, unos opulentos, otros ricos y mucha parte pobres que no contribuyen poco a la decadencia de su población, a la agricultura, al comercio y fábricas. La alta idea que tienen concebida de su nacimiento los entretiene en la inacción, y en la ociosidad, con el pretexto de adquirir algún empleo capaz de mantener su familia con decencia, y no ponerle algún borrón, [rehúyen] el aplicarse al comercio, a las manufacturas, o a cualquier género de industria, y desprecian con altanería al labrador y al artesano. En España el que tiene origen noble, toda su descendencia es noble, por más pobre y vaga que sea; como al contrario el labrador y artesano por más riquezas que hayan adquirido [...] si no nació noble nunca lo será, si no se le concede tal privilegio por el Rey. 

LARRUGA, E.: Memorias políticas y económicas, 1787, pp. 9-10.

Comentario del Documento 1: 

Eugenio Larruga Boneta (Zaragoza, 1745-Madrid, 1803) fue un historiador y economista español. Catedrático en la Universidad de Zaragoza, ocupó diversos cargos institucionales. Realizó estudios sobre la economía y la administración territorial española. Es considerado una de las figuras más prominentes de la Ilustración en España. Entre sus libros destaca las Memorias políticas y económicas sobre los frutos, fábricas, comercio y minas de España, con inclusión de las órdenes, disposiciones y reglamentos expedidos para su gobierno y fomento. Con ayuda estatal, fue publicando esta magna obra entre 1787 y 1800, bien que quedó inconclusa. El fragmento que figura en el examen procede de esta obra, en concreto del primer tomo.

En el texto el autor realiza una crítica a la nobleza española, a la que considera como una de la que causas del atraso económico de la nación, pues todo aquel que se considere noble cree que se deshonra si trabaja en el comercio o en las manufacturas, considerando la agricultura y la artesanía como especialmente humillantes. Estos prejuicios pasan de padres a hijos, pues la condición de aristócrata es hereditaria y afecta a toda la descendencia. Además no depende del nivel de riqueza, sino que únicamente se consigue por nacimiento o mediante nombramiento real. La abundancia de nobles en la ciudad de Madrid se explica por qué en la capital existen más posibilidades de conseguir empleos «honrosos» como escribanos, procuradores, abogados…

El fragmento es una muestra elocuente de la desigualdad jurídica y el inmovilismo que caracterizaba a la sociedad estamental, con una marcada división entre grupos privilegiados (nobleza y clero) y el llamado tercer estado. Los ilustrados y la dinastía borbónica intentaron cambiar esta situación, llegándose a publicar en 1783 una Real Cédula que decretaba que los oficios artesanales ni eran deshonrosos ni inhabilitaban para la función pública. Con todo, hubo que esperar a las revoluciones liberales, en concreto a la Regencia de María Cristina de Borbón, para liquidar el entramado jurídico del Antiguo Régimen, y aun así, se realizó mediante transacciones que permitieron a la nobleza conservar (e incluso aumentar) sus posesiones.

Observaciones al Documento 1: 

1.     El texto de Eugenio Larruga registra en las pruebas de 2014 - 2015 su primera aparición en la selectividad andaluza. Hay que recordar que el primer tema se introdujo en el curso 2012-2013, por lo que su repertorio de prácticas resulta muy limitado. Con todo, se debe recordar que en los primeros exámenes del milenio aparecían contenidos de esta etapa de la Historia de España.
2.     La reproducción del texto supone una adaptación del original bastante chapucera. Donde aparece «y no ponerle algún borrón, [rehúyen] el aplicarse al comercio» debería figurar «y no ponerle algún borrón; porque su política gradúa de tal el aplicarse al comercio». Más abajo se ha suprimido un revelador «en su tráfico e industria, en beneficio y ventajas del estado».
3.     En la selectividad se otras latitudes se incluye un segundo párrafo que ayuda, y no poco, a clarificar el sentido del texto. Añadiendo esta segunda parte y corrigiendo las adaptaciones el texto quedaría así:
«En Madrid se halla una multitud de nobles, unos opulentos, otros ricos y mucha parte pobres que no contribuyen poco a la decadencia de su población, a la agricultura, al comercio y fábricas.
 La alta idea que tienen concebida de su nacimiento los entretiene en la inacción, y en la ociosidad, con el pretexto de adquirir algún empleo capaz de mantener su familia con decencia, y no ponerle algún borrón, porque su política gradúa de tal el aplicarse al comercio, a las manufacturas, o a cualquier género de industria, y desprecian con altanería al labrador y al artesano. En España, el que tiene origen noble, toda su descendencia es noble, por más pobre y vaga que sea; como al contrario, el labrador y el artesano, por más riquezas que hayan adquirido con su tráfico o industria, en beneficio y ventajas del Estado, si no nació noble, nunca lo será, si no se le concede tal privilegio por el Rey.
De ahí proviene que el mercader y el artesano que llegó a hacerse rico, se llena de vanidad y abandona el comercio y las artes y procura aplicar a sus hijos a los empleos que tienen por honrosos; y no de otro principio nace tanto número de frailes, abogados, escribanos, procuradores, agentes y otras personas de sobra. Como los hijos de éstos no pueden sostenerse muertos sus padres, se echan a escribientes o a pajes. En el diario se lee la multitud de jóvenes desacomodados que buscan su fortuna por este camino; los que la mayor parte hubieran quedado en sus lugares, sino les hubiera cautivado el cebo halagüeño de labrar su fortuna con comodidad, y a costa del sudor de las partes más desvalida del estado.»


Documento 2: 

Reproducción fragmentaria de la litografía de Julio Donón titulada «Origen del Motín contra Esquilache». Este grabado se basa en un dibujo de Eusebio Zarza. Apareció en la 'Historia de la villa y Corte de Madrid' de José Amador de los Ríos, publicada en 1864. El rótulo del examen se limita a señalar lo siguiente: «El motín de Esquilache, 1766».

Comentario del Documento 2: 

El grabado, realizado un siglo más tarde de los hechos, muestra cómo se recortaban las capas y sombreros en Madrid por orden de Esquilache, dejando las capas a la altura de la rodilla y convirtiendo los chambergos (sombreros redondo de alas anchas) en sombreros de tres picos. La figura del primer plano, que da la espalda al espectador y que parece supervisar la escena, viste de acuerdo con el bando. En el segundo plano se observa, a la izquierda, como un ciudadano observa cariacontecido la transformación de sus atavíos, mientras a la derecha el artista hace figurar a otro madrileño que insiste en portar el sombrero y la capa tradicionales es reducido violentamente por agentes de la justicia.

Por absurda que pueda parecer la medida de Esquilache, disposiciones semejantes ya se venían promulgando (e incumpliendo) desde 1716.  Se argumentaba que el llevar el chambergo caído sobre el rostro y cubrirse con la capa larga (embozarse) se ocultaba el rostro a las autoridades y se facilitaba el ocultamiento de las armas, lo que fomentaba todo tipo de delitos y desórdenes. Además las reformas de Esquilache se extendían a otros ámbitos como la limpieza urbana, el alumbrado, la prohibición de juegos de azar, uso de armas…

El rechazo a la reforma de la indumentaria ha sido considerado, tradicionalmente, como el origen del llamado motín de Esquilache, revuelta que estalló en Madrid y en otras ciudades en 1766 y que obligó a Carlos III a destituir a este ministro y ralentizar la aplicación de algunas reformas. Los jesuitas fueron acusados de participar en estos alborotos y fueron expulsados de España y sus dominios en el año siguiente.

Si bien la historiografía tradicional valoraba el episodio de la resistencia contra la reforma de la indumentaria como muestra de la resistencia popular a las arbitrariedades del despotismo ilustrado, actualmente los historiadores prefieren colocar las causas de la revuelta en la carestía y el precio de los alimentos (fruto de las malas cosechas de 1765 y de la paralela liberalización del comercio del trigo), la oposición a los ministros extranjeros (Grimaldi, Esquilache…) y la resistencia de los privilegiados que veían menguados, con las reformas, su poder e influencia. Por tanto, más que un movimiento popular espontáneo, el motín debe estudiarse como una revuelta compleja que se inició como uno de motines de subsistencia propios del Antiguo Régimen, pero que fue instrumentalizado por las facciones cortesanas que en aquel momento luchaban por el poder.

Observaciones al Documento 2: 

1.     El grabado del Motín de Esquilache ha aparecido en dos ocasiones. En concreto en las siguientes propuestas: 2013 y 2015. La prueba de 2013 que fue escogida como examen de junio.
2.     En la propuesta de 2013 el texto escogido era un fragmento de los Decretos de Nueva Planta. ________________________________________________________

El cuadro que preside esta entrada es «La Cocina» de Ramón Bayeu y Subías. Fue realizado como «cartón» o modelo para para la madrileña Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en torno a 1780. Se trata de un óleo sobre lienzo cuyas medidas son 126 x 199 centímetros.

El tapiz realizado, que pertenece al Patrimonio Nacional, se encuentra en el Palacio de la Granja de San Ildefonso. El cuadro aparece descrito en los recibos de entrega como: «Una cocina con trebejos correspondientes de alambres y en ella se ve al cocinero y al galopín pelando caza y dos mujeres trabajando, y otra para servir». Fue tasado en 3.000 reales.

En junio de 2009 esta obra fue vendida en una subasta extraordinaria realizada en la madrileña Sala Retiro. El precio de salida fue de 100.000 euros. Se desconoce la cifra que, finalmente, alcanzó. Fue adquirido por el empresario y gran coleccionista de arte Juan Antonio Pérez Simón, de origen español y nacionalidad mexicana. Se exhibe, en concepto de depósito, en el Museo de Asturias, emplazado en la ciudad de Oviedo.

Hemos elaborado la reseña con datos procedentes de estas páginas;



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