domingo, 5 de junio de 2016

Comentario de los documentos del bloque «B» de las propuestas de examen del curso 2014-2015



Aspecto del buque después de la explosión
 (Fotograbado de «La Ilustración Española y Americana»).

COMENTARIO DE LOS DOCUMENTOS DEL BLOQUE «B» DE LAS PROPUESTAS DE EXAMEN DEL CURSO 2014-2015
Ofrecemos aquí ordenados por temas los comentarios de los documentos de los exámenes de la opción «B» (escogidos o propuestos) del curso 2014-2015.

En la opción «B» se incluyen ejercicios cuyos contenidos se corresponden con el llamado bloque «B» que comprende la Guerra de Cuba y todo el siglo XX.

Puesto que este bloque comprende seis temas (Guerra de Cuba, Dictadura de Primo de Rivera, II República, Guerra Civil, Franquismo y Transición-España Democrática) y el juego de exámenes se componen por seis propuestas, fácil será adivinar que todas las unidades están representadas y todas cuentan con las mismas posibilidades de ser elegidas.

Son pues, doce documentos. En concreto siete textos y cinco imágenes, pues una propuesta presenta dos textos. Normalmente, uno de los dos documentos adjuntos es un texto y el segundo es una tabla, un gráfico, una ilustración o un cuadro. La práctica de incorporar dos textos se inaugura en el curso 2010-2011. A nosotros el primer diseño nos parece el más apropiado, tanto para la selección de los contenidos como para el lucimiento del alumno.

Todos los documentos cuentan con apariciones en propuestas anteriores. Esta circunstancia resulta habitual en la selectividad andaluza de Historia, que presenta muy pocas innovaciones por curso. Además resulta lo lógico en un modelo de exámenes que registra sus últimas convocatorias. En el juego de exámenes que comentamos el único texto inédito es un fragmento de las «Memorias» de Eugenio Larruga. Este documento pertenece al tema «Características políticas, económicas y sociales del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones» y se inscribe por tanto en el bloque «A».

El examen de junio de 2015 escogió como tema la Transición y el de septiembre a Primo de Rivera. Normalmente los documentos que aparecían en estas pruebas no serán escogidos en las propuestas del año siguiente según una norma no escrita. No obstante, un fragmento aparecido en el examen de junio de 2014 volvió a ser escogido paras las propuestas de 2015 y acabó apareciendo en el examen de septiembre de 2015. Por lo demás, los temas escogidos en los exámenes titulares de un curso pueden volver a ser elegidos en el curso siguiente, bien que se espera que se cambien los documentos adjuntos.

Respecto a los documentos de las propuestas no escogidas, lo lógico es pensar que cuentan con bastantes posibilidades de reaparecer entre las pruebas del año siguiente. Y así ha sucedido en el presente juego de exámenes, pues cuatro documentos ya aparecieron en las propuestas del año pasado, incluso una opción es idéntica. Pero estas correspondencias no se repiten todos los años, aunque dado el carácter crepuscular que viven las pruebas lo lógico es que así sea. Pero siempre pueden sorprendernos con material rigurosamente inédito.

Los documentos que ya aparecieron en las propuestas del curso 2013-2014 son los siguientes:

-        El manifiesto de Montecristi.
-        La Cartilla de Unión Patriótica.
-        La fotografía del Sitio de Madrid durante la Guerra Civil.
-        El Decreto nº 255.

La opción «B» de la propuesta número 6 es la misma que la de la número 1 del año anterior.

El número de documentos reiterados podría ser mayor, pues una de las propuestas del año anterior no fue publicada. Suponemos que estaría dedicada a la II República.

Respecto a nuestras aportaciones, habrá que confesar que lo de «comentario» les viene largo y que más bien son reseñas que otra cosa. Creemos que en la redacción del tema se consume más de una hora y que en el análisis de los documentos la brevedad se impone como única solución. Por lo demás, en el ejercicio no se pide un comentario de los mismos, sino su análisis y justificación de la relación de estos materiales con el tema. Recordemos que la exposición del tema se valora de cero a siete puntos y los documentos de cero a tres.

Nuestra intención no es la de proponer un aprendizaje memorístico de estos documentos, sino procurar que el alumno los conozca y sepa, más o menos, por donde debe encarrilar el análisis de estos documentos en el caso de que aparezcan. Evidentemente tendrá que resumir, aún más, los contenidos que aquí se proponen. Por lo demás, hemos optado por una descripción básica, que no aporta novedades ni se pierde en erudiciones inútiles.

La recomendación que hacemos a nuestros alumnos es que inserten el análisis en la exposición del tema y que lo indiquen en la introducción del mismo. De esta forma se gana tiempo al mezclar los contenidos del tema con los de los documentos. Lamentablemente, esta solución requiere cierta habilidad, por lo que siempre queda el método tradicional que consiste en dejar los textos para el final y analizarlo como entes autónomos.

Lo de vincular los documentos con el tema es mejor que se quede en el tintero. Simplemente se da por hecho que contribuyen a la mejor compresión del mismo.  Labor aún más arriesgada, verdadera piedra filosofal de la selectividad, es encontrar un vínculo común entre los dos documentos y el texto. Realmente no se sabe si existe en realidad y, dado que los documentos no tienen por qué aparecer juntos en futuros exámenes, carece de sentido indicarlo.

Finalmente nos queda indicar algo del todo impredecible: el juicio del corrector. A saber cómo valora los documentos, cuál interpretación les concede o como los vincula con el tema. A este respecto sólo podemos indicar que los alumnos que han seguido nuestras indicaciones han obtenido buenas calificaciones.
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Tema 1: Guerra colonial y crisis de 1898.

Documento 1:

“La guerra no es contra el español que, en el seguro de sus hijos y en el acatamiento a la patria que se ganen, podrá gozar respetado, y aún amado, de la libertad que sólo arrollará a los que le salgan, imprevisores, al camino. Nosotros, los cubanos, empezamos la guerra, y los cubanos y los españoles la terminaremos […]. No hay odio en el pecho antillano, y el cubano saluda en la muerte al español a quien la crueldad del ejército forzoso arrancó de su casa y su terreno para venir a asesinar en pecho de hombres la libertad que él mismo ansía. Más que saludarlo en la muerte quisiera la Revolución acogerlo en vida, y la República será un tranquilo hogar para todos los españoles laboriosos y honestos, que podrán gozar en ella de la libertad y de los bienes que no habrían de encontrar aún por largo tiempo en la flaqueza, la apatía y los vicios políticos de sus país […]”.

(Montecristi, Santo Domingo, 25-III-1895) Firmado por José Martí y Máximo Gómez.

Documento 2:


El acorazado Maine en la bahía de la Habana, publicado en La Ilustración Española y Americana

Fragmento de una litografía en blanco y negro que muestra al buque de guerra «Maine» rodeado de embarcaciones más pequeñas.  Reproduce una acuarela del pintor Antonio Caula Concejo realizada expresamente para ser grabada y publicada. Apareció en el número IV de la revista quincenal La Ilustración Española y Americana el domingo 30 de Enero de 1898 con el siguiente pie de foto: «El acorazado norteamericano Maine fondeado actualmente en la Bahía de la Habana». El rótulo del examen señala lo siguiente: «El acorazado Maine en la bahía de la Habana, publicado en La Ilustración Española y Americana».

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Documento 1:

El texto adjunto es un fragmento del Manifiesto de Montecristi, documento firmado por los líderes independentistas cubanos José Martí y Máximo Gómez, en el exilio, en concreto en la ciudad de Montecristi de la República Dominicana.

La idea principal del fragmento es el intento de ganarse el afecto o, por lo menos, la comprensión de los españoles, entendiendo por españoles a los residentes en Cuba y a los soldados. A estos últimos, se les considera víctimas del sistema de reclutamiento. El texto finaliza ensalzando los méritos de una futura República cubana libre de la flaqueza, la apatía y los vicios políticos de España.

El manifiesto de Montecristi es considerado la proclamación de la guerra de la independencia Cubana (1895-1898). La comunidad española en Cuba era muy numerosa y José Martí y Máximo Gómez procuran tranquilizarla con este manifiesto. Igualmente, procuran ganar el beneplácito de los soldados españoles o, cuanto menos, sembrar duda en su adhesión a España.

Lo cierto es que, tras el conflicto cubano, muchos españoles residentes en la isla se repatriaron y los vínculos entre Cuba y España se redujeron notablemente, pese a que el tratado de París garantizaba sus derechos y propiedades bajo el dominio norteamericano. La repatriación de los capitales de los españoles que abandonaron los dominios antillanos y filipinos tuvo un impacto muy positivo en la economía hispana.

Documento 2:

La prueba adjunta es un grabado que muestra el acorazado Maine en la Bahía de la Habana.

El Maine fue enviado a la Habana con el pretexto de proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses durante la revuelta cubanas contra España. Se trataba de una política de desafío, propia en la época del imperialismo. Así, el mismo argumento sirvió en 1911 para que Alemania interviniera en el conflicto marroquí con el acorazado Panther.

El 25 de enero de 1898, el Maine hacía su entrada en La Habana sin haber avisado previamente de su llegada, lo que era contrario a las prácticas diplomáticas tanto de la época como actualmente. En correspondencia a este hecho, el gobierno español envió al crucero Vizcaya al puerto de Nueva York. Tres semanas más tarde, en la noche del 15 de febrero de 1898, el acorazado estalló de repente, sin previo aviso, perdiendo la vida en la explosión tres cuartas partes de su tripulación. 

Las causas de la explosión no quedaron claras en una comisión de investigación, pero la opinión pública estadounidense, avivada por las proclamas incendiarias de la prensa amarillista estadounidense realizadas culpó a España. Aunque el hundimiento del Maine no fue la causa directa de la confrontación, sirvió como catalizador, acelerando el desarrollo de los acontecimientos.

La causa del hundimiento del Maine aún continua siendo objeto de especulaciones.  Las opciones más probables son o bien un incendio accidental en una carbonera, imprudentemente localizada junto a los pañoles de munición y explosivos o su hundimiento deliberado por los propios norteamericanos o los insurgentes cubanos que emplearían un artefacto explosivo colocado en el interior del buque.

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Tema 2: La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).
Documento 1:

[Texto: Constitución del Directorio Militar]
Constitución del Directorio Militar

Artículo 1.- Se confiere al Teniente General Don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, Marqués de Estella, el cargo de Presidente del Directorio militar encargado de la Gobernación del Estado, con poderes para proponer cuantos Decretos convengan a la salud pública, los que tendrán fuerza de ley, interín en su día no sean modificados por leyes aprobadas por las Cortes del Reino y sometidas a Mi Real Sanción […].

Artículo 4.- Se suprimen por esta disposición los cargos de Presidente del consejo de Ministros, Ministros de la Corona y los de Subsecretario de la Presidencia y de los demás Ministros, excepto Estado y Guerra. Los sueldos y demás devengos consignados en Presupuesto para estos cargos quedarán a beneficio del Tesoro.

                                                                                 La Gaceta, Madrid, 16 de septiembre de 1923

Documento 2:
Decidme:

¿Qué es la UNIÓN PATRIÓTICA?
La UNIÓN PATRIÓTICA es una Agrupación de españoles que procuran distinguirse en el cumplimiento de sus deberes.
[...] ¿Cuáles son los deberes patrióticos?
El conocimiento y la divulgación de las glorias del valor histórico de España./ La defensa de su unidad nacional./ El sacrificio personal para defender la Patria contra sus enemigos exteriores e interiores.
[...] ¿Cuál es el origen de la UNIÓN PATRIÓTICA?
La santa rebeldía del alzamiento militar que, bajo las órdenes del general Primo de Rivera, salvó a España de su inmediata ruina.
¿Es la UNIÓN PATRIÓTICA un partido político?
No es un partido político; es una organización ciudadana...
                                                                                                
                                                                                Unión Patriótica, Madrid nº 38, 1-4-1928

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Documento 1:
El texto adjunto es un fragmento de la «Constitución del Directorio Militar» que apareció publicado en «La Gaceta» el 16 de Septiembre de 1923. «La Gaceta» publicaba documentos de interés general y equivalía al actual BOE.

El fragmento reproduce dos artículos:

Artículo 1: se otorgan a Primo de Rivera poderes absolutos

Artículo 4: se suprime toda la estructura estatal de la Restauración salvo los ministerios de Estado y Guerra.

Nos encontramos ante un decreto por el que se inaugura un estado dictatorial.

Ante la situación política, social y militar del país, el 12 de Septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, se sublevó contra el gobierno y proclamó la dictadura (13 de Septiembre de 1923) con el visto bueno del rey. Inmediatamente se declaró el estado de guerra y se suspendieron las garantías constitucionales. El nuevo régimen se presentó al país como un proyecto transitorio de regeneración del sistema político. Primo de Rivera fue nombrado ministro único y se formó un Directorio Militar, compuesto exclusivamente por jefes del Ejército que se prolongaría hasta Diciembre de 1925.

Ante la descomposición del sistema de alternancia de partidos, Alfonso XIII apoya decididamente la dictadura de Primo de Rivera, pues en el fragmento resulta claro que quien confiere y quien suprime es el propio rey («a Mi Real sanción»).

El monarca buscaba en el gobierno del dictador la estabilidad pero al derogar el orden constitucional acabó causando la caída de la monarquía.

Documento 2:

El texto adjunto es un fragmento de la «Cartilla de la Unión Patriótica».  A lo largo del siglo XX era una práctica habitual la edición de libros de pequeñas dimensiones y tiradas masivas por partidos y gobiernos en el que se exponía el ideario que deseaban difundir.

La redacción era muy elemental y se recurría, como vemos en el fragmento, al método de las preguntas y las respuestas. Se han extractado cuatro cuestiones:

- La unión patriótica agrupa a los españoles que se distinguen por sus valores patrióticos
- Los deberes patrióticos consisten en la defensa de España y sus valores.
- La unión patriótica tiene su origen en el alzamiento militar de Primo de Rivera, entendido como un proceso providencial.
- La unión patriótica no es un partido político sino una organización de ciudadanos

Los historiadores consideran que Unión Patriótica era, realmente, un partido. De hecho, era el partido gubernamental, eso sí, sin un programa ideológico definido y cuya única misión era proporcionar apoyo a la dictadura. Los afiliados al nuevo partido eran funcionarios de la administración, caciques rurales y militantes de partidos católicos. Como otras iniciativas políticas de la dictadura de Primo de Rivera (Estatuto Municipal, Estatuto Provincial, Asamblea Nacional Consultiva…) no supuso la regeneración política, no acabó con el caciquismo y tampoco sirvió para apuntalar el gobierno del Directorio Civil.
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Tema 3: La Segunda República. La Constitución de 1931. Política de reformas y realizaciones culturales. Reacciones antidemocráticas.

Documento 1:

Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Artículo 3. El Estado español no tiene religión oficial.
Artículo 4. El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. […]
Artículo 11. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y económicas, comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo político administrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con arreglo a lo establecido en el Artículo 12. […] Artículo 26. […] Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero. Quedan disueltas aquellas Órdenes religiosas que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado […].   

Artículos de la Constitución de 1931 

Documento 2:




Manuel Azaña recibe un homenaje en La Coruña. A su izquierda en un segundo plano, el General Franco

El documento adjunto es una fotografía en blanco y negro titulada «Manuel Azaña recibe un homenaje en La Coruña. A su izquierda en un segundo plano, el General Franco». La foto se fecha en septiembre de 1932, probablemente el 20 de ese mes. Aparte de Azaña y Franco, se reconoce a Santiago Casares Quiroga, ministro de la Gobernación.

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Documento 1:

El texto adjunto reproduce de forma fragmentaria los artículos básicos de la Constitución de 1931.

De la lectura de estos artículos se puede deducir que el nuevo régimen se configura como una república progresista en la que impera la igualdad ante la ley.

A nivel institucional, se configura como un estado integral compatible con la autonomía.

En cuanto a las relacione Iglesia-estado se establece que España carece de religión oficial, que desaparece el presupuesto para culto y clero y que se disuelven las órdenes con voto de obediencia al Papa (o sea, la Compañía de Jesús).

Como se ha indicado en el desarrollo del tema, la Constitución de 1931 tenía un marcado carácter progresista y resultaba mucho más avanzada que la anterior de 1876. Así, el estado pasa de monarquía a república, de estado unitario a estado con cierta descentralización; de tener el catolicismo como religión oficial a declarar la laicidad del estado y del sufragio universal masculino al sufragio universal para hombres y mujeres. En este punto hay que precisar que el sufragio universal masculino no aparece en la Constitución de 1876 sino que se impuso en 1890. Finalmente, la Constitución de 1931 incorpora una extensa declaración de derechos, la más amplia de la historia constitucional hasta la fecha.

En la Constitución, se recogían, además, una serie de disposiciones encaminadas a disminuir de la influencia de la Iglesia como la expulsión de los jesuitas o la prohibición del ejercicio de la enseñanza, la industria y el comercio a las órdenes religiosas.

Como puede suponerse, el episcopado reaccionó con virulencia ante estas disposiciones estableciéndose ya de forma definitiva el rechazo entre la Iglesia católica y la Segunda República.

Documento 2:

La foto se fecha en septiembre de 1932 en el contexto de un viaje de Azaña, entonces ministro de Defensa, a Galicia. Aparte de Azaña y Franco, se reconoce a Santiago Casares Quiroga, ministro de la Gobernación.

Cuando se produjo la promulgación de la II República, Francisco Franco dirigía la Academia Militar de Zaragoza. A pesar de su amistad con Alfonso XIII, no intervino en defensa del Rey (como el resto del Ejército) y ordenó a sus cadetes que aceptaran el nuevo régimen. 

En julio, pasados tres meses, Manuel Azaña (entonces Ministro de Defensa), dentro de sus acciones encaminadas a reducir los gastos del Ejército, decidió cerrar la Academia Militar de Zaragoza. Franco, en su discurso de clausura, se posicionó abiertamente contra la República. Azaña incluyó una nota desfavorable en su hoja de servicios; y Franco se encontró en situación de disponible forzoso durante los siguientes ocho meses, hasta que en febrero de 1932 se le destinó a La Coruña como Jefe de aquella Brigada de Infantería. Ocupaba este puesto cuando se produjo el golpe de Estado del general Sanjurjo (10 de agosto de 1932), en el que rehusó participar.

En febrero de 1933, tras quejarse Franco de haber perdido puestos en el escalafón, Azaña lo destinó a las islas Baleares. Este destino significaba un ascenso. Su carrera militar siguió progresando con el nuevo Gobierno surgido en las elecciones de 1933, que lo  ascendió a general de División, alcanzando así el techo de su carrera militar, ya que la República había suprimido el empleo de teniente general.

En octubre de 1934 el ministro del Ejército, Diego Hidalgo, se requirió a Franco para que, como asesor y desde Madrid, coordinase las operaciones que sofocasen la revolución de los mineros de Asturias. Se hizo venir a la Legión y a los Regulares de África junto a otras tropas. La insurrección y su posterior represión provocaron más de 1.500 muertes.

El 15 de febrero de 1935 el Gobierno le concedió la Gran Cruz del Mérito Militar y le nombró jefe de las tropas de Marruecos. Sólo tres meses después de tomar posesión de su cargo en África, tras otra crisis política que propicia una nueva remodelación del Gobierno, y entrando Gil-Robles como ministro de la Guerra, Franco regresa a la península nombrado jefe del Estado Mayor, cargo de máximo prestigio que desempeñará hasta el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936.

En la misma noche de las elecciones de febrero de 1936 el general Franco intentó declarar el estado de Guerra. En consecuencia, el gobierno surgido tras la elecciones de 1936, el del Frente Popular, retiró a Franco de la jefatura del Estado Mayor, y lo envió como comandante general a las islas Canarias. Franco lo consideró como un destierro.

En marzo de 1936 un grupo de generales (Mola, Goded, Saliquet, Varela…) acordó «un alzamiento que restableciese el orden» Franco, informado puntualmente de la conspiración, en todo momento se mostró reticente. De hecho el 23 de junio Franco envió una carta al presidente del Gobierno Casares Quiroga advirtiéndole del descontento existente en el seno de ejército y brindándose para corregir esa situación. Casares Quiroga no respondió a la carta.

Franco acabaría uniéndose a los conspiradores en una fecha tan tardía como el 14 de julio de 1936, encargándose de la dirección del Ejército de África.
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Tema 4: Sublevación militar y Guerra Civil (1936-1939). Dimensión política e internacional del conflicto. Evolución de las dos zonas. Consecuencias de la guerra. 

Documento 1:              


Sitio de Madrid durante la Guerra Civil.

[Fotografía en blanco y negro del portal del madrileño Portal de Cofreros con una pancarta que reza « ¡NO PASARÁN! / - EL FACISMO QUIERE CONQUISTAR MADRID [RADIO] (?)/ MADRID · SERÁ · LA · TUMBA· DEL· FASCISMO·6»]. El autor de la imagen parece ser el soviético Mijáil Koltsov y la fecha octubre de 1936. Para algunos historiadores sería más bien de 1937. El pie de foto es el siguiente: «Sitio de Madrid durante la Guerra Civil»]

Documento 2:

Decreto nº 255 Una acción de gobierno eficiente […] exige supeditar al destino común la acción individual y colectiva de todos los españoles […]

Llegada la guerra a punto muy avanzado y próxima la hora de la victoria, urge acometer la gran tarea de la paz, cristalizando el Estado nuevo del pensamiento y estilo de nuestra Revolución Nacional […] Esta unificación que exijo en el nombre de España y en el nombre sagrado de los que por ella cayeron – héroes y mártires– […] no quiere decir ni conglomerado de fuerzas ni mera concentración gubernamental, ni unión pasajera […] No cerramos el horizonte a la posibilidad de instaurar en la Nación el régimen secular que forjó su unidad y su grandeza histórica […] Por todo lo expuesto, DISPONGO:

Artículo Primero: Falange Española y Requetés, con sus actuales servicios y elementos, se integran, bajo Mi Jefatura, en una sola entidad política de carácter nacional que, de momento, se denominará Falange Española Tradicionalista y de las JONS […]

Dado en Salamanca a diecinueve de abril de 1937. Francisco Franco.
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Documento 1:

El documento adjunto es una fotografía en blanco y negro de Madrid durante la Guerra Civil. La palabra sitio indica que la ciudad estuvo rodeada en gran parte por las tropas nacionales desde el otoño de 1936 hasta el final de la Guerra. El autor de la imagen parece ser el soviético Mijáil Koltsov y la fecha octubre de 1936. Para algunos historiadores se habría realizado más bien en 1937.

En la imagen se aprecia el célebre arco de Cuchilleros y los conocidos esloganes "No pasarán", "El fascismo quiere conquistar Madrid" y "Madrid será la tumba del fascismo".

En otoño de 1936, las tropas franquistas se acercaron a Madrid y el gobierno huyó a Valencia dando la ciudad por perdida. Sin embargo, logró resistir gracias a las Brigadas Internacionales. Las campañas emprendidas en 1937 (Batalla del Jarama y Guadalajara) no lograron hacer caer la capital que continuó en manos republicanas hasta el final de la Guerra.

Documento 2:

El texto adjunto es un fragmento del célebre Decreto de Unificación, proclamado en Salamanca el 19 de Abril de 1937 por el General Franco.

La idea principal es la unión de todas las fuerzas nacionales bajo una sola entidad política.

Esta idea se justifica con los siguientes argumentos:
- Para conseguir un gobierno eficiente es necesario aunar fuerzas
- Se necesita una nueva forma de Estado.
- Se excluye para la España futura el sistema de partidos («conglomerado de fuerzas») o un gobierno de concentración («mera concentración gubernamental»).
- El primer artículo define la unión de Falange Española y Requetés bajo el nombre provisional de Falange Española y de las JONS.

La unificación entre la Falange, las JONS y los Requetés (Carlistas), ciertamente, se justificaba por las necesidades bélicas del gobierno nacional, pero también favorecían la imposición del poder absoluto del general Franco. Por ello, el partido único siguió existiendo durante toda la existencia del Régimen Franquista, bien que el propio dictador reconocía la existencia de diversas facciones o corrientes (las llamadas «familias» del Régimen).
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Tema 5: La creación del estado franquista. Fundamentos ideológicos y apoyos sociales (1939-1975).

Documento 1:



Francisco Franco, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España. Alegoría de la Victoria

[Cartel de Paco Ribera conocido como «La Guerra ha terminado». Se reproduce con el siguiente epígrafe: «Francisco Franco, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España. Alegoría de la Victoria».]

Documento 2:
Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España, Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos de la Nación:
Por cuanto las Cortes Españolas, como órgano superior de participación del pueblo en las tareas del Estado, según la ley de su creación, han elaborado el Fuero de los Españoles, texto fundamental definidor de los derechos y deberes de los mismos y amparador de sus garantías;
Vengo a disponer: […]
Art. 2. Los españoles deben servicio fiel a la Patria, lealtad al Jefe del Estado y obediencia a las leyes. […]
Art. 12. Todo español podrá expresar libremente sus ideas mientras no atenten a los principios fundamentales del Estado. [...]
Art. 33. El ejercicio de los derechos que se recorren en este Fuero no podrá atentar a la unidad espiritual, nacional y social de España. [...] Fuero de los Españoles, BOE, 18 de julio de 1945.

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Documento 1:
La ilustración reproducida es una cromolitografía publicada en Barcelona en 1939. El autor es el pintor Francisco Ribera Gómez, que firma como «Paco Ribera».

Francisco Ribera retrata al dictador de medio cuerpo, vestido con el uniforme de general y con un aparotoso capote sobre sus hombros. El retratado porta en sus manos enguantadas el bastón de mando y el «chapiri» o gorrillo de la legión. Tras el Generalísimo desfila el ejército nacional.

 Francisco Franco se incorporó tardíamente a la conspiración que provocó el alzamiento militar. Los conjurados habían previsto que para dirigir la sublevación se constituyera un Directorio Militar presidido por el general José Sanjurjo Sacanell, pero éste murió el 20 de julio de 1936 en un accidente de aviación en Estoril (Portugal), por lo que se formó la Junta de Defensa Nacional que sería el órgano supremo de los sublevados durante poco más de dos meses. El 24 de julio se creó oficialmente la Junta con sede en Burgos, compuesta por siete miembros (entre ellos el propio Franco) y presidida por el más veterano de los generales de división, Miguel Cabanellas Ferrer.
La necesidad de que la sublevación tuviese un mando único se planteó muy pronto, cuando quedó claro que el golpe militar había provocado una guerra civil. Se hizo necesaria la elección de un jefe supremo del alzamiento y Franco parecía el más idóneo. Por una parte tenía bajo su mando al ejército de África, el más numeroso, el mejor armado y el único que había conseguido victorias para el Bando Nacional. Por otra parte Franco consiguió el reconocimiento de Hitler y Mussolini y se convirtió en el único interlocutor válido para negociar su apoyo a la causa de los sublevados.

Por todo ello, la Junta de Defensa le otorgó la Jefatura del Estado y el rango de «Generalísimo de los Ejércitos Españoles» el 29 de septiembre de 1936 (La publicación del Decreto esperó al 1 de octubre).

Franco estableció el Cuartel General del Generalísimo en Salamanca (aunque la capital «oficial» de la España Nacional siguió siendo Burgos. A lo largo de la guerra fue creando las instituciones del Nuevo Estado y, a la vez, consolidando su poder con medidas como la Unificación de Partidos, formación del primer gobierno y elaboración de diversas leyes como el Fuero del Trabajo.

Con todas estas medidas, se impuso la evidencia de que Franco no iba a presidir una dictadura militar transitoria, sino que estaba instaurando un nuevo régimen de corte totalitario en el cual todos los poderes se concentraban en su persona.  El final de la guerra no cambió este estado de cosas, únicamente lo hizo extensivo a todo el territorio español.
Documento 2:

El documento adjunto es un fragmento del «Fuero de los Españoles», el cual aparece publicado en el BOE el día 18 de Julio de 1945.

La idea principal del texto es el control ideológico del régimen franquista.

Preámbulo: según el texto, el fuero ha sido elaborado por las Cortes y la participación del pueblo español.

Artículo 2: Obligaciones de los españoles respecto a la nación, la jefatura del estado y la legislación,

Artículos 12 y 33: Control ideológico por parte del Estado

El texto refleja algunos de los artículos por los que estaba compuesta esta Ley Fundamental, los cuales hacen mención al puritanismo ideológico y control social al que quedaban sometidos los españoles bajo el régimen franquista.

Como ya se ha comentado en el desarrollo del tema, el régimen estableció un férreo control ideológico a partir de un partido único (Falange), la Iglesia católica y el ejército. Se prohíben otros sindicatos y partidos, se acotan los derechos de expresión, reunión y manifestación y se establece la censura previa y el control de los medios de comunicación. Todo ello reducía ampliamente la libertad ideológica de los españoles al cumplimiento obligatorio de los principios fundamentales: exaltación del líder («Art.2 Los españoles deben... lealtad al Jefe del Estado»), totalitarismo («Artículos 12. ... mientras no atente a los principios fundamentales»), nacional-catolicismo y nacionalismo de Estado («Art. 33.  no podrá atentar a la unidad espiritual, nacional y social»), entre otros.

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Tema 6: El proceso de transición a la democracia y la Constitución de 1978. Los gobiernos democráticos (1979-2000).
Documento 1:
Don Juan Carlos I, rey de España. A todos los que la presente vieren y entendieren. Sabed: Que las Cortes han aprobado y el Pueblo Español ratificado la siguiente Constitución:
PREÁMBULO
La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:
Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente CONSTITUCIÓN.

Constitución de 1978, Preámbulo
Documento 2:




Presidentes del gobierno (1976-2004)
Fotografía en blanco y negro en el que aparecen Felipe González, Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo y José María Aznar. Fue tomada el 27 de Octubre de 2001 en la Clausura de la 1ª Conferencia sobre Transición y Consolidación Democrática celebrada en el Hotel Palace de Madrid.  En el momento en que se realizó la fotografía, la presidencia del gobierno correspondía a José María Aznar. En el examen aparece el siguiente epígrafe: «Presidentes del gobierno (1976-2004)».

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Documento 1:
El texto adjunto corresponde al preámbulo de la Constitución Española de 1978.

Enrique Tierno Galván sería el encargado de elaborar el Preámbulo de la Constitución Española de 1978, cuya redacción se caracteriza por su naturaleza utópica. El texto hace especial mención a los valores democráticos, al respeto de los derechos humanos y a la consagración del Estado de Derecho, esbozando así los objetivos fundamentales de la Constitución.
Documento 2:

El documento adjunto es una reproducción en blanco y negro de una fotografía en la que aparecen los cuatro primeros presidentes de la democracia española. En primer plano aparece José María Aznar (Presidente por el Partido Popular desde 1996 hasta 2004), quien gobernaba en el momento en que se realiza la fotografía. Tras él, en pie, de izquierda a derecha se reconocen a Felipe González (Presidente por el PSOE desde 1982 hasta 1996), Adolfo Suárez (Presidente por la UCD desde 1977 hasta 1981) y Leopoldo Calvo Sotelo (sucesor de Suárez por la UCD y que gobernó entre febrero de 1981 y diciembre de 1982).

 

La fotografía fue tomada el 27 de octubre de 2001 en la Clausura de la 1ª Conferencia sobre Transición y Consolidación Democrática celebrada en el Hotel Palace de Madrid. En este acto participaron casi cuarenta Jefes y ex Jefes de Estado.

 

La imagen sugiere la estabilidad parlamentaria del reciente período democrático español frente a la rápida sucesión de gobiernos que caracterizó a la monarquía de la Restauración y a la Segunda República. Consecuentemente, y frente a las etapas anteriores, la España Democrática logró rebajar, hasta casi acabar, la conflictividad social, mejorar el estado económico del país y relanzar las relaciones internacionales y el papel de España en el Mundo.

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La imagen «El acorazado Maine en la bahía de la Habana» procede de la edición digital de La Ilustración Española y Americana realizada por la Biblioteca Nacional (Número del 30 de Enero de 1898 – Año XLII Número IV).


La fotografía «Sitio de Madrid durante la Guerra Civil» procede de la siguiente página web:


La imagen «Francisco Franco, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España. Alegoría de la Victoria » procede de la siguiente página web:


La fotografía « Presidentes del gobierno (1976-2004)» procede de la página web del Diario de Navarra:



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La ilustración que preside esta entrada es un fotograbado cuyo título es «Aspecto del Buque después de la explosión». Reproduce una acuarela del pintor Antonio Caula Concejo realizada expresamente para ser grabada y publicada.  El autor del grabado es Francisco Laporta Valor. Ambos firman la composición (esquinas inferior izquierda y derecha, respectivamente). Apareció en el número VIII del Año XLII de la revista quincenal La Ilustración Española y Americana, que fue publicada el 28 de Febrero de 1898.

En la revista se añade que Caula reprodujo un croquis realizado por el corresponsal de la revista en la Habana, el Sr. Otero. No obstante, parece que la fuente sería más bien una de las fotografías que se realizaron de los restos del barco y que tuvieron una amplia circulación. Dicho sea de paso en el número figuran otras ilustraciones sobre el Maine de las que se señala que están basadas en fotografías. Ese procedimiento era el habitual en esta publicación y en otras de la época, en la que las reproducciones de fotografías resultaban bastante borrosas frente a la calidad que mostraba el grabado.


La imagen procede de la edición digital de La Ilustración Española y Americana realizada por la Biblioteca Nacional (Número del 28 de Febrero de 1898 – Año XLII Número VIII).




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