martes, 12 de mayo de 2020

Aclaraciones sobre el Examen de la Materia de Geografía




El pasado día once de mayo apareció en la sección de Geografía de la página de Reuniones de Coordinación de Materias y Orientaciones (Curso 2019-2020) de las universidades andaluzas un documento titulado «Aclaración sobre el examen de la Materia de Geografía». Ofrecemos a continuación el correspondiente enlace:


Se conoce que desde la publicación el pasado jueves de la estructura de la prueba y el ejemplo adjunto hasta la fecha presente, la Ponencia la Ponencia de Geografía ha recibido un ametrallamiento constante de correos electrónicos y comunicaciones de todo tipo acerca de la eliminación del reparto por opciones en el examen (ejercicio de desarrollo de geografía física y tema de geografía humana y económica / ejercicio de desarrollo de geografía humana y tema de geografía física). Vaya por delante que la aclaración no es una rectificación, precisamente.
Dedicamos esta entrada a la interpretación y comentario de dicho documento. Hemos preferido reproducirlo íntegro con las glosas correspondiente a cada párrafo.
Antes de iniciar un análisis, conviene indicar que las informaciones que aportamos tienen exclusivamente carácter ilustrativo, y que no originarán derechos ni expectativas de derechos. Sobre la información que estas estructuras y ejemplos aportan hemos añadido algunas previsiones, pero son eso, previsiones, no certezas. En palabras de Michael Chichton «No podemos evaluar el futuro, ni podemos predecirlo. Estos son eufemismos. Solo podemos hacer suposiciones. Una suposición bien fundada sigue siendo solo una suposición.»
Añadimos también que esta entrada no se puede considerar como definitiva, pues podría modificarse si aparecieran nuevas informaciones sobre el asunto en cuestión.
Este es el documento:
En cumplimiento de la Orden PCM/362/2020, de 22 de abril  y de las indicaciones de la Junta de Andalucía, la Ponencia de Geografía ha modificado el examen:

   La estructura del examen sigue siendo la misma, no se ha producido ninguna alteración en los bloques que lo componen ni de la calificación de cada uno de ellos, lo que se entiende como una garantía para el alumnado.

La alteración no se ha producido en la estructura ni en la calificación, sino en el reparto de contenidos.

    El alumnado dispondrá de una única propuesta de examen (desaparecen opción A y opción B) con distintas opciones entre las que elegir dentro de cada bloque, garantizando que pueda responder, a su elección, a diferentes preguntas, siendo todas susceptibles de ser elegidas. Por las posibilidades combinatorias es una prueba, al menos, tan flexible como ha podido ser en años anteriores.

Una vez más: el problema no radica en la estructura de la prueba, que ciertamente ha ganado en flexibilidad, sino en el reparto de contenidos.


    El alumnado tiene la garantía de que habiendo adquirido el 75% de los contenidos de la asignatura puede alcanzar la calificación de 10 en la prueba. En todo caso, los estándares de aprendizaje requeridos se entienden como contenidos teóricos y prácticos de los diferentes temas.

Obviamente, un alumno que ha logrado la proeza de prepararse el 75% del temario de la asignatura, lo menos que se le puede asegurar es la posibilidad de obtener un sobresaliente. No creemos que haya que consultar la programación de la materia para llegar a esta evidencia.

   La prueba recoge, como hasta ahora, el equilibrio de las diferentes partes del temario, aproximadamente 40-45% de Geografía Física, 40-45% de Geografía Humana (repartido entre, por un lado, demografía/espacio urbano/espacio rural y, por otro, actividades económicas) y un 10-15% de contenidos transversales (localización y Tema 1).

Si el ejercicio de desarrollo se puntúa hasta cuatro puntos y el tema sólo se valora hasta tres, mal se puede hablar de equilibrio entre ellos. Además, si en la prueba figuran dos ejercicios de desarrollo y dos temas, equilibrarlas supone alternan en ambas la Geografía Física y la Geografía Humana (y Económica).
 
   La prueba debe garantizar que el estudiante haya estudiado más de la mitad de los contenidos para superarla. Se parte de que todos han recibido los temas de Geografía Física, pero, al no saber fehacientemente qué temas se han impartido antes de la declaración del Estado de Alarma, queda claro que hay que garantizar la opcionalidad dentro de los temas de Geografía Humana. Ello se traduce en que el alumno podrá resolver los contenidos de Geografía Física, se pregunten como práctica o como tema, eligiendo, además, entre dos opciones posibles. En el caso de los contenidos de Geografía Humana, una de las opciones versará sobre los temas del 6 al 8 y la otra del 9 al 12. Esta distribución asegura que con el 75% del temario estudiado se pueda obtener la máxima nota posible.

Ni el alumno ni el profesor que lo instruye tienen la culpa de la situación de cierre de Centros Educativos y consiguiente confinamiento que sufrimos en el presente curso. Otras asignaturas, señaladamente Historia de España, lo asumen y no exigen que el alumno demuestre sus conocimientos sobre todo el temario.

En cualquier caso la división tradicional (ejercicio de desarrollo de geografía física y tema de geografía humana y económica / ejercicio de desarrollo de geografía humana y tema de geografía física) también exigía al alumno el conocimiento del 75% (o más) de los contenidos de la materia. De otra forma no se explicaría como la estructura del examen pasó la reforma aplicada en el curso 2015/2016 (que exigía precisamente el conocimiento del 75% de los contenidos) manteniendo la división entre ambas opciones.

En el documento parecen existir tres confusiones, no sabemos si deliberadas:

-        Los contenidos de la asignatura no equivalen al temario. Existen los ejercicios prácticos o de desarrollo. Igualmente al alumno se le puede interrogar sobre los contenidos con preguntas cortas u otras formas de evaluación que no implique la redacción de temas íntegros.

-        Impartir los contenidos de la asignatura y preparar al alumno para selectividad son dos tareas distintas. El profesor tiene la obligación, y normalmente la cumple, de impartir el temario en su integridad o, al menos, en su mayor extensión posible. Al mismo tiempo debe ir previniendo al alumno sobre la prueba de acceso, a la que dedicará la atención preferente en el tiempo que media entre el final del curso y la celebración de las pruebas.

-        A la prueba se presentan alumnos que desean obtener la máxima nota posible, pero otros intentarán aprobar y otros muchos esperar conseguir una buena nota, no necesariamente la más alta. El examen en su estructura y reparto de contenidos debe tener en cuenta todas estas alternativas.

   El examen publicado por DUA con fecha 8 de mayo de 2020, es solo un modelo, tomado de otros publicados de años anteriores, y cumple con los requisitos expuestos. En relación con ello, el Bloque C (Ejercicios de desarrollo) y el Bloque D (Desarrollo de temas) se distribuirán respectivamente entre contenidos de Geografía Física (temas 2 a 5) y de Geografía Humana (temas 6-8 y temas 9-12), como en el caso del examen publicado o, al contrario, Bloque C de Geografía Humana y Bloque D de Geografía Física.

Difícilmente puede provenir de años anteriores cuando los Ejercicios de Desarrollo carecen de precedente en pruebas de cursos pretéritos. Y si tuviera ese origen tampoco prueba nada, pues no resuelve la cuestión del reparto de contenido entre las partes del examen. Insistimos en que si en la prueba figuran dos ejercicios de desarrollo y dos temas, equilibrarlas supone alternar en ambas la Geografía Física y la Geografía Humana (y Económica), no dedicar cada apartado a una sección de los contenidos de la asignatura.

El reparto que estas aclaraciones establecen deja al alumnado en peores condiciones que en los años precedentes. Frente a otras materias que no han dudado en facilitar las pruebas, como medida para corregir los efectos del cierre de centros educativos y del confinamiento, la de Geografía ha aprovechado las circunstancias para elevar el nivel de exigencia.

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La ilustración procede de un anuncio de los Jeeps Willys datado en 1942. El artista es Charles F. Horndoff (que firma a la izquierda), quien se encargó de la publicidad de estos vehículos con ilustraciones similares a las que reseñamos, junto a Benton Clark, John Howard y, el más acreditado de todos ellos, James Milton Sessions. El título del anuncio es ‘Like a bat out  of Hell’.

Charles F. Horndoff, además de sus anuncios de jeeps, destacó como ilustrador de temas religiosos.

La imagen procede de la siguiente página:



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