El pasado
día once de mayo apareció en la sección de Geografía de la página de Reuniones de
Coordinación de Materias y Orientaciones (Curso 2019-2020) de las universidades
andaluzas un documento titulado «Aclaración sobre el examen de la Materia de
Geografía». Ofrecemos a
continuación el correspondiente enlace:
Se conoce
que desde la publicación el pasado jueves de la estructura de la prueba y el
ejemplo adjunto hasta la fecha presente, la Ponencia la Ponencia de Geografía
ha recibido un ametrallamiento constante de correos electrónicos y
comunicaciones de todo tipo acerca de la eliminación del reparto por opciones
en el examen (ejercicio de desarrollo de geografía física y tema de geografía
humana y económica / ejercicio de desarrollo de geografía humana y tema de
geografía física). Vaya por delante que la aclaración no es una rectificación,
precisamente.
Dedicamos esta
entrada a la interpretación y comentario de dicho documento. Hemos preferido
reproducirlo íntegro con las glosas correspondiente a cada párrafo.
Antes de iniciar un
análisis, conviene indicar que las informaciones que aportamos tienen
exclusivamente carácter ilustrativo, y que no originarán derechos ni
expectativas de derechos. Sobre la información que estas estructuras y ejemplos
aportan hemos añadido algunas previsiones, pero son eso, previsiones, no
certezas. En palabras de Michael Chichton «No podemos evaluar el futuro, ni
podemos predecirlo. Estos son eufemismos. Solo podemos hacer suposiciones. Una
suposición bien fundada sigue siendo solo una suposición.»
Añadimos también que
esta entrada no se puede considerar como definitiva, pues podría modificarse si
aparecieran nuevas informaciones sobre el asunto en cuestión.
Este es el documento:
En cumplimiento de la Orden PCM/362/2020,
de 22 de abril y de las indicaciones de la Junta de Andalucía, la Ponencia de Geografía ha
modificado el examen:
●
La estructura del examen sigue siendo la misma, no
se ha producido ninguna alteración en los bloques que lo componen ni de la
calificación de cada uno de ellos, lo que se entiende como una garantía para el
alumnado.
La alteración no se ha producido en la estructura
ni en la calificación, sino en el reparto de contenidos.
●
El alumnado
dispondrá de una única propuesta de examen (desaparecen opción A y opción B)
con distintas opciones entre las que elegir dentro de cada bloque, garantizando
que pueda responder, a su elección, a diferentes preguntas, siendo todas
susceptibles de ser elegidas. Por las posibilidades combinatorias es una
prueba, al menos, tan flexible como ha podido ser en años anteriores.
Una vez más: el problema no radica en la
estructura de la prueba, que ciertamente ha ganado en flexibilidad, sino en el
reparto de contenidos.
●
El alumnado
tiene la garantía de que habiendo adquirido el 75% de los contenidos de la
asignatura puede alcanzar la calificación de 10 en la prueba. En todo caso, los
estándares de aprendizaje requeridos se entienden como contenidos teóricos y
prácticos de los diferentes temas.
Obviamente, un alumno que ha logrado la proeza de
prepararse el 75% del temario de la asignatura, lo menos que se le puede
asegurar es la posibilidad de obtener un sobresaliente. No creemos que haya que
consultar la programación de la materia para llegar a esta evidencia.
●
La prueba recoge, como hasta ahora, el equilibrio
de las diferentes partes del temario, aproximadamente 40-45% de Geografía
Física, 40-45% de Geografía Humana (repartido entre, por un lado,
demografía/espacio urbano/espacio rural y, por otro, actividades económicas) y
un 10-15% de contenidos transversales (localización y Tema 1).
Si el ejercicio de desarrollo se puntúa hasta
cuatro puntos y el tema sólo se valora hasta tres, mal se puede hablar de
equilibrio entre ellos. Además, si en la prueba figuran dos ejercicios de
desarrollo y dos temas, equilibrarlas supone alternan en ambas la Geografía
Física y la Geografía Humana (y Económica).
●
La prueba debe garantizar que el estudiante haya
estudiado más de la mitad de los contenidos para superarla. Se parte de que
todos han recibido los temas de Geografía Física, pero, al no saber
fehacientemente qué temas se han impartido antes de la declaración del Estado
de Alarma, queda claro que hay que garantizar la opcionalidad dentro de los
temas de Geografía Humana. Ello se traduce en que el alumno podrá resolver los
contenidos de Geografía Física, se pregunten como práctica o como tema,
eligiendo, además, entre dos opciones posibles. En el caso de los contenidos de
Geografía Humana, una de las opciones versará sobre los temas del 6 al 8 y la
otra del 9 al 12. Esta distribución asegura que con el 75% del temario
estudiado se pueda obtener la máxima nota posible.
Ni el alumno ni el profesor que lo instruye tienen
la culpa de la situación de cierre de Centros Educativos y consiguiente
confinamiento que sufrimos en el presente curso. Otras asignaturas,
señaladamente Historia de España, lo asumen y no exigen que el alumno demuestre
sus conocimientos sobre todo el temario.
En cualquier caso la división tradicional (ejercicio de
desarrollo de geografía física y tema de geografía humana y económica /
ejercicio de desarrollo de geografía humana y tema de geografía física) también
exigía al alumno el conocimiento del 75% (o más) de los contenidos de la
materia. De otra forma no se explicaría como la estructura del examen pasó la
reforma aplicada en el curso 2015/2016 (que exigía precisamente el conocimiento
del 75% de los contenidos) manteniendo la división entre ambas opciones.
En el documento
parecen existir tres confusiones, no sabemos si deliberadas:
-
Los contenidos de la asignatura no equivalen al temario.
Existen los ejercicios prácticos o de desarrollo. Igualmente al alumno se le
puede interrogar sobre los contenidos con preguntas cortas u otras formas de
evaluación que no implique la redacción de temas íntegros.
-
Impartir los contenidos de la asignatura y preparar al
alumno para selectividad son dos tareas distintas. El profesor tiene la
obligación, y normalmente la cumple, de impartir el temario en su integridad o,
al menos, en su mayor extensión posible. Al mismo tiempo debe ir previniendo al
alumno sobre la prueba de acceso, a la que dedicará la atención preferente en
el tiempo que media entre el final del curso y la celebración de las pruebas.
-
A la prueba se presentan alumnos que desean obtener la
máxima nota posible, pero otros intentarán aprobar y otros muchos esperar
conseguir una buena nota, no necesariamente la más alta. El examen en su
estructura y reparto de contenidos debe tener en cuenta todas estas
alternativas.
●
El examen publicado por DUA con fecha 8 de mayo de
2020, es solo un modelo, tomado de otros publicados de años anteriores, y
cumple con los requisitos expuestos. En relación con ello, el Bloque C
(Ejercicios de desarrollo) y el Bloque D (Desarrollo de temas) se distribuirán
respectivamente entre contenidos de Geografía Física (temas 2 a 5) y de
Geografía Humana (temas 6-8 y temas 9-12), como en el caso del examen publicado
o, al contrario, Bloque C de Geografía Humana y Bloque D de Geografía Física.
Difícilmente puede provenir de años anteriores
cuando los Ejercicios de Desarrollo carecen de precedente en pruebas de cursos
pretéritos. Y si tuviera ese origen tampoco prueba nada, pues no resuelve la
cuestión del reparto de contenido entre las partes del examen. Insistimos en
que si en la prueba figuran dos ejercicios de desarrollo y dos temas,
equilibrarlas supone alternar en ambas la Geografía Física y la Geografía
Humana (y Económica), no dedicar cada apartado a una sección de los contenidos
de la asignatura.
El reparto que estas aclaraciones establecen deja
al alumnado en peores condiciones que en los años precedentes. Frente a otras
materias que no han dudado en facilitar las pruebas, como medida para corregir
los efectos del cierre de centros educativos y del confinamiento, la de
Geografía ha aprovechado las circunstancias para elevar el nivel de exigencia.
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La ilustración procede de un anuncio de los Jeeps Willys datado en 1942.
El artista es Charles F. Horndoff (que firma a la izquierda), quien se encargó
de la publicidad de estos vehículos con ilustraciones similares a las que
reseñamos, junto a Benton Clark, John Howard y, el más acreditado de todos
ellos, James Milton Sessions. El título del anuncio es ‘Like a bat out of Hell’.
Charles F. Horndoff, además de sus anuncios de jeeps, destacó como
ilustrador de temas religiosos.
La imagen procede de la siguiente página:
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